Creo que soy muy
afortunado al poder tenerte, al poder disfrutarte y al poder recordarte…
Desde que fui
muy niño siempre recuerdo haber estado cerca de ti. Y es que en verdad creo que
soy uno de los pocos nietos que te pudo disfrutar con plenitud.
Cada vez que
recuerdo todas esas tardes que me cuidabas, verte como ese héroe ingenioso al
momento de solucionar cada uno de los problemas, recordar cada momento que acudías
a mi casa para ser el “reparatodo” y
yo tu famoso asistente; hacen que unas lagrimas de nostalgia enrojezcan mis
ojos.
Al llegar a tu
casa y encontrarte sentado, viendo TV y soñoliento; llega a mi mente una sola
pregunta ¿Donde esta esa persona que de niño nos hacia volar la imaginación con
tanto ingenio?; pero cuando observo que tocas el cielo –aunque por pocos
momentos- con actividades que te hacen recordar esa juventud que a todos se nos
irá, siento que estas lleno de vida y que estarás con nosotros por mucho mas.
Siempre fuiste
una persona de pocas palabras, pero de una mirada intensa y sincera… de una sonrisa
contagiosa y rejuvenecedora, de anécdotas interminables e historias inimaginables.
Gracias padre
por estar siempre en todo momento y porque seguirás con nosotros asta ver
crecer a tus bisnietos.
Dicen por hay
que hierba mala nunca muere, pero tu sin serlo, sé que estarás con migo por
mucho tiempo.